Escribe a dos manos.
Bosqueja dos rostros.
Detiene el tiempo
(El miedo)
Y pone a esperar a la espera.
Llama y nombra
y entrecruza dos historias.
Propone esencia en vez
de ausencia
y espera a que la espera
acepte el juego.
Condena a las estrellas
por brillar como esa noche.
Esperando
escribe una nueva historia.
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