lunes, 23 de abril de 2012

The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore (2011)




Hoy en el día del idioma y del libro invito a ver este hermoso film de 15 minutos en donde nos muestran por medio de una excelente animación la manera de vivir y respirar por medio de los libros. Realmente vale la pena seguir el ejemplo de este hombre e imaginar nuestra propia aventura como lectores de una manera mágica y única.

lunes, 16 de abril de 2012

LA VIDA DEBERÍA SER AL REVÉS

Se debería empezar muriendo y así ese trauma quedaría superado.
Luego te despiertas en un Hogar de ancianos mejorando día a día.
Después te echan de la Residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión.
Luego, en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro.
Trabajas 40 años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral.
Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo, no tienes problemas graves y te preparas para empezar a estudiar.
Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé.
Y los últimos 9 meses te pasas flotando tranquilo, con calefacción central, roomservice, etc. etc..
Y al final... ¡Abandonas este mundo en un orgasmo!

QUINO

viernes, 13 de abril de 2012

Poema La Salvaje Esperanza de Gonzalo Arango (Andes, Antioquia, Colombia)

LA SALVAJE ESPERANZA

Nos tratan de ignorantes y subdesarrollados, porque nos destruyeron,
arrasaron las raíces y los frutos de la cultura de América (el Dorado en
sabiduría), y nos negamos a sobrevivir con la cultura del asesino: La razón
y el fusíl.

Fundieron nuestros dioses en monedas de oro. Nuestros templos los
convirtieron en bancos. Nuestros palacios en burdeles del poder tirano.
¡Monstruosa iniquidad!

Los blancos dominadores forjaron las cadenas: Silenciaron nuestros cantos
cósmicos y condenaron al fuego del olvido la deidad que custodiaba el
destino y guiaba nuestros pasos por el astro: ¡La esperanza!

En su avasallamiento salvaje nos secaron las fuentes de la tradición y la
trascendencia y nos forzaron a sangre y fuego a la deserción de nuestro ser.
Mutilaron nuestros sueños. Cuando aullamos de sed se nos dio de beber en
los cántaros secos del código penal y el evangelio romano: El saqueo de los
vándalos del alma, la feroz inquisición, teología de bárbaros.

Éramos reyes y nos volvieron esclavos. Éramos hijos del sol y nos consolaron
con medallas de lata.

Éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras.

¡ÉRAMOS FELICES Y NOS CIVILIZARON!

¿Quién refrescará la memoria de la tribu?

¿Quién revivirá nuestros dioses?

Que la salvaje esperanza siempre sea tuya querida alma inamansable.

Poema de José Saramago

JOSÉ SARAMAGO


¿Que cuántos años tengo? - ¡Qué importa eso! ¡Tengo la edad que quiero y siento! La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso… Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido... Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo! ¡No quiero pensar en ello! Pues unos dicen que ya soy viejo, y otros "que estoy en el apogeo". Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen por qué decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás! ¡Estás muy viejo, ya no podrás! Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños, se empiezan a acariciar con los dedos, las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada…, y otras... es un remanso de paz, como el atardecer en la playa...

¿Que cuántos años tengo? No necesito marcarlos con un número, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas... ¡Valen mucho más que eso! ¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta o más!

Pues lo que importa ¡es la edad que siento! Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuántos años tengo?

¡Eso... ¿A quién le importa?!

Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento. Qué importa cuántos años tengo… o cuántos espero, si con los años que tengo, ¡aprendí a querer lo necesario y a tomar, sólo lo bueno!

domingo, 8 de abril de 2012

Carta de Gonzalo Arango a Arturo Echeverry Mejía

Querido Arturo:


Es terrible diciembre que se viene encima como un remordimiento por no ser ya niños. Se dijera que de enero en adelante uno envejece y va subiendo a la altura del tiempo para abismarse en la Navidad en espantosos recuerdos. En este tiempo cómo se envidia uno de la alegría de aquellos que no son propicios a la trascendencia del pensamiento, que dejan pasar todo sin averiguar su dolor como si el mundo fuera el juguete divertido que Dios le regaló al hombre cuando empezó el tiempo a ser una hazaña. Cómo nos duele a ciertos hombres ese juguete y cómo y cómo dependemos de él por el dolor que nos inflige, hasta ser sus victimas.


Estoy pasando ahora por una época dura, sin objetos que justifiquen esta desolación y este gasto de días miserables y estériles que no ofrecen ningún porvenir. Es el recomienzo de una duda antigua que no me abandona, excepto cuando me llega la certidumbre del amor. Pero cuando este no existe, yo me abandono a la desesperación más cruel y me ofendo con una tristeza negra como si yo fuera un enemigo. Es una especie de destruir los últimos vestigios de mi residencia en esta tierra que me deja por gozar muy poca alegría.


El extremo de esta amargura se me revela en mi absoluta impotencia para crear. Este oficio de ser a través del arte me pone al filo de una derrota total que me deja sin fuerzas para aceptar la vida, para perseverar en ella y para admitirle su sentido. Qué opinas de un cuento que tengo iniciado hace quince días, lo leo, trato de terminarlo, de corregirlo, y cuando empiezo se apodera de mí una inercia infecunda y lamentable que me hace abandonarlo y destruirlo, como si la vida se detuviera en mitad del camino y de la germinación con que el espíritu se alienta. Aún insisto, ante estos echos y ante los intentos fracasados, que se trata de una sensibilidad enfermiza y bastarda que no logra su justificación y que no alimentará ningún fruto sano. Tampoco espero claudicar, pero siento necesario abrir una pausa y tomar de cualquier parte un poco de fe que me ayude a no desesperar con tanta frecuencia de mi irrevocable intención en mi destino artístico. Creo que habrá que extremar esta desesperación, hundirla en la oscuridad, embotarla en la embriaguez, a los caballitos de la muerte, mezclarla al envilecimiento, perderla en la duda, preferir su destrucción a la esperanza engañosa que me haría aparecer como un resignado comediante.


Ahora se cambian los papeles, ese afecto gratuito en mi vocación de escritor que se me antoja imposible, para darle paso, en medio de tanta noche que me rodea, a una capacidad inagotable de sumergirme en la nada.


Me siento inútil y entre esta dolorosa infecundidad y falta de fe en mi mismo, alterno la embriaguez y la inconsciencia con la lectura. Esto significa que una potencia oculta, pero que yo no alcanzo a controlar, me sostiene aún en este equilibrio peligros en que juego mi destino y mi porvenir.


Estas líneas es lo único que escribo en varias semanas, pero solamente las escribo para ti, porque a nadie le interesa que yo esté tan realmente desesperado, y porque tú entiendes esto a través de la gran amistad que no une.
Cuando esté mejor volveré a escribir y quien sabe si esta situación sigue encadenándose sin fin, pero confiemos en que tanto sufrimiento junto no puede prolongarse sin que uno estalle primero en la locura.
Hasta entonces te abraza:
Gonzalo

viernes, 6 de abril de 2012

Cuento Eutanasia de Efe Gómez.

“EUTANASIA “

Francisco de Paula Nacianceno María Gómez Escobar “Efe Gómez” Fredonia, Antioquia, Colombia.


Paro el carruaje enfrente al blasonado pórtico. Saltó Isabel, aérea, ingrávida. Sus pies nerviosos, combos, entre la estrecha punta y el tacón esbelto de la charolada zapatilla, hirieron, en tropel sonoro, el marmóreo pavimento.

- Hemos llegado, abuelita - dijo volviéndose.

En el interior del carruaje, vieronse las manos de la anciana buscar, palpar, atrapar, ciegas, las manos de Isabel que a ella se tendían.

- Por aquí - dijo Isabel, guiando a la anciana.

Unida toda, ceñida totalmente a Isabel, sostén, amparo, corazón, ojos, universo integro de la anciana ciega y frágil, fueron ascendiendo, lentas, la monumental escalera que desde el umbral mismo empinábase magnifica.

- Aquí abuelita, descansa aquí un momento - dijo Isabel en voz muy queda.

- ¿Y ellos? ¿No han llegado ellos todavía?

Llevóse Isabel el índice a los labios .Pero al recordar que los ojos de la anciana cegados estaban para siempre, moduló un ¡chit! tan suave, que ni una arruga rizó el océano de silencio que por los ámbitos de los muertos salones, del patio inmensurable de las desiertas terrazas, se extendía .Alzó la anciana los hombres con un gesto de niño dócil en los labios.

Difundiose por el rostro divino de Isabel sonrisa de piedad que erró por aquel rostro infinitamente hermoso hasta extinguirse en las pupilas vueltas trágicas de súbito

- No se oye nada... ¿Es que no ha llegado nadie?

- Te vieron entrar, abuelita, y se han callado...
Allí están todos….casi todos………
-¿De veras? dijo temblando de alegría - . ¿Y a quiénes conoces?
- Mira……..allí están en aquellos palcos de la derecha, casi todos tus amigos porteños……..Ahora te saludan……..

La anciana se inclinó profundamente, y sus manos inefables, blancas y translúcidas, que besadas fueron por reyes y por héroes, devolvieron el saludo imaginario .

Y continuó Isabel hablándole, enumerando, piadosa, a los ausentes más queridos de su abuela. Y por el cerebro de la anciana surgiendo iban en sucesión divina los recuerdos……

Se veía joven , bella , espléndida , en sus giras triunfales , resonantes ,por las urbes que bordean el Atlántico , ese mar heredero del mar sagrado de los griegos ; de todo el Tirreno , mar divino , desde el día en que la humanidad se derramó a través de las columnas de Hércules hacia el incógnito Occidente ….

- Muerta la Duse –Continuó Isabel - La Sara muerta………de cuyas tumbas vienen ésos, en peregrinación……..ésos los supervivientes de tu edad……….Congregados están ahí , a tu vera …….Eres tu ya la sola que resta de la pléyade gloriosa …….Vienen a pedirte una limosna de arte………a pedirte que te dejes oír ……..ya te lo he dicho : quieren que dignes crear para ellos una escena …….la que tu prefieras del repertorio de los autores de tus tiempos .Luego que te hayan oído , se dispersaran otra vez por el mundo , felices de llevar en sus memorias el tesoro de tu voz , antes de hundirse en el silencio eterno .

Por sobre la balaustrada marmórea , criados silenciosos , arrojaban al patio , grande como una plaza de armas , nubes doradas de semillas de trigo .De súbito , como si la nube gloriosa que cruzaba por el cenit en ese instante se hubiera derruido y cayera en albos fragmentos , abatieron el vuelo sobre el patio , por el trigo atraídas, bandadas incontables de palomas .

Desapareció el suelo bajo la bullente muchedumbre.

- Empieza ya - dijo Isabel.

En voz débil comenzó la anciana, creaba una escena de amor de uno de sus autores preferidos .La Maga Ilusión fuela poseyendo.

Y se veía llena de vida y de belleza, frente a los públicos predilectos de su alma , haciendo vibrar los corazones hastiados de los vividores , dando vida a los sueños imprecisos de los corazones de las vírgenes ; prisionera entre esa red divina , inextricable , de vibraciones que se tiende , fluye , refluye , del publico al artista y del artista al publico .Su milagrosa voz - su corazón mismo hecho sonoro - era oleada de perlas que rodaran sobre placas de argento , que rodaran sobre cajas de guerra , que se deslizaran sobre sedas , que se pagaran sobre armiños , para surgir de nuevo en surtidores polífonos , divinos .

Sobre el muro frontero deslizáronse, silenciosas, dos puertas corredizas, y en los umbrales aparecieron cuatro halcones crueles, trágicos.

Con el vuelo de las aves de rapiña, mudo como el andar de los felinos, fueron a posarse sobre al barandal y clavaron sobre las palomas miradas de acero frías, duras.

Quedaronse inmóviles, quietas las palomas. Se oía el latir de sus corazoncitos asustados, como el galopar de escuadrones de centauros que cruzando fueran por los remotos horizontes….

Abatieron los halcones el vuelo sobre el patio: un huracán helado y seco soplando sobre un reguero de nieve….

Era el momento en que la anciana arrancaba las notas mas sublimes a su corazón y a su garganta……..

El batir de las alas azotando los pechos de las palomas espantadas, levantó un río como de aplausos desbordantes. Fue como si la humanidad entera, puesta en pie ante la anciana, le batiera palmas.

¡La apoteosis! - gritó la anciana desplomándose. La emoción había roto sus arterias.
Bendita seas, Virgen Santa. - clamó Isabel, piadosa, sin saber lo que decía……

Y sobre el azul glorioso de los cielos íbase ensanchando el cándido aplauso de las alas