Domingos de ciudad
Domingos de ciudad, desolación
urbana.
La gente acorralada por el cemento
maldice la libertad y enloquece
de claustrofobia.
Por la noche: masas ciudadanas
enervadas, extenuadas de frustración
bajo el efecto narcótico de
melancolías o coléricas borracheras
pescadas en estadios fanáticos, circos
sangrientos, hampones cabarets
pornográficos, o bajo el sedante
amorfinado del idiotismo televisado
de la cultura de masa, dopados
por los placeres evasivos de la
alienación civilizada; veneno destilado
por el Estado en letales dosis de
violencia y publicidad criminal.
Horribles masacres de dignidad vital
y genocidio de almas.
El ocio capitalista es asesino.
Gonzalo Arango
Gonzalo Arango
"queremos ser imortales y no sabemos que hacer un domingo por la tarde"
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